Te perseguir por los siglos de los siglos.
No dejar piedra sin remover
Ni mis ojos horizonte sin mirar.
Dondequiera que mi voz hable
Llegar sin perdn a tu odo
Y mis pasos estarn siempre
Dentro del laberinto que tracen los tuyos.
Se sucedern millones de amaneceres y de ocasos,
Resucitarn los muertos y volvern a morir
Y all donde t ests:
Polvo, luna, nada, te he de encontrar.