La mañana
Lanza llamas
Desde su herida, débilmente
Calidoscopio de ciudad y vos tan sólo,
Tu ropa está vacía
Tan lejos del hogar estás
Que todo sueño duele más
Y ya no hay forma de recomenzar.
Los gorriones
Se suben a todo armiño luminoso
Tango de caras
Organillero distinto
Sentado en la avenida
Y ya nadie te escucha nunca.
Desolado el hombre perdido
Entre camionetas quemadas
En aserrín habrán marcado su mirada
Como a una huella
Y esta siempre se diluye
Como ojos, barro, cielos, todo
Bajo belgrano, amor ascendente
Es ella quien te busca donde vos no estás
Y es que toda tu canción persistirá
Siempre, siempre, y hasta en el turbio río
Horizonte
Litera de casas
Perpetuo remolido
Y medida distante
Y vos estás tan sólo
Loco, iridiscente
Tu ropa está vacía
Y ya nadie te escucha nunca.
Todos dicen que quizá el amor vuelva un día
Si es que este muro se logra derribar.