Yo no canto por vos,
te canta la zamba
y dice, al cantar,
no te puedo olvidar,
no te puedo olvidar.
Yo no canto por vos,
te canta la zamba
y cantando así
canta para mí,
canta para mí.
Zambita cantá,
no la esperes más;
tenés que pensar
que si no volvió
es porque ya te olvidó.
Perfuma esa flor
que se marchitó,
que se marchitó.
Yo tuve un amor,
lo dejé esperando,
y cuando volví
no lo conocí,
no lo conocí.
Dijo que, tal vez,
me estuviera amando;
me miró y se fue
sin decir por qué,
sin decir por qué.