En el País de los Sueños, entre deseos olvidados,
una iglesia se derrumba llevándose a los alados,
ángeles hacia la tumba, cripta de los desterrados
que no tienen ningún dueño que no les haya soñado.
Los rezos de nada valen, ha muerto lo suplicado,
columnas como losas sepultan lo predicado
mientras del suelo nacen gusanos que han devorado
de sus costillas las rosas han dejado los clavos.
Sangre brota desde mi rabia
Late y muere toda mi mente
El dinero de la Iglesia que alimenta su prelados
a costa de los mendigos del paraíso prestado,
han recibido el castigo de ser en lujos gastado,
ha recibido la amnesia en olvido ha transmutado.
Azuza la penitencia al cura desencaminado
que ha olvidado su camino ¿sus sueños donde han quedado?
¿y su manchada conciencia?¿y el perdón de sus pecados?
donde no deviene el vino la sangre de lo sagrado