Desde lo más profundo proviene
Donde existe solo obscuridad
Fuego incandescente y maldad
Un gran poder asciende
Responde al poderoso llamado
El nigromante lo ha invocado
Su sola maldita presencia
Destruye todo a su paso
Con el solo mirar de sus ojos
El más leve suspiro de fuego
La muerte acecha al incauto
Que en vano osa invocarlo
Eterna la maldición del alado
Esparciendo fuego a su paso
Más oscuro que la misma noche
Más letal que la misma muerte
El innombrable despliega sus alas
Responde al nigromante
Quien no ignora su mortal destino
Atada el hilo de la muerte
Su rostro oculto por negras nubes
Se confunde con una oscura montaña
Como un volcán enfurecido
Tiembla la tierra ante su presencia
Despliega sus enormes y terribles alas
Acechando a los peregrinos cristianos
Desata su furia soltando un fuego negro
Que trae esterilidad, muerte y pestes
"regresa a mi llamado maldito
Tu gran labor aun no ha concluido"