Ya en el rumbo
porque Tú me recogiste.
Ya en el rumbo,
paso decidido y firme.
Solo gracias
por tanto como me diste,
por estar siempre a mi lado.
Por ser mi bien,
porque existes.
Algo quiero confesar:
Hoy ya dependo de mí,
pero aunque he aprendido a andar,
¡por favor! Nunca te alejes de mí.