Aburrida de hombres, de años y desengaños,
me sacan al mundo, a la lluvia, al invierno
una cita más, un posible trabajo,
lo primero que supe: yo le doblo la edad.
Sus sueños enormes, iguales a los míos
las horas no encuentran sentido y se van
adivino sus ganas de chico atrevido...
Y me tiro sin red en el mar de sus ojos prohibidos.
Y tan pronto me encuentro en sus brazos
me burlo del tiempo y de mí,
por suerte descubro que al fin no sé nada
y me entrego a su boca y a él.
Y tan pronto me encuentro en sus brazos
y me gusta dejar en su piel
con mi boca un dibujo... Para que me recuerde
cuando ya, no se acuerde de mí.
Comienzo a olvidarlo, apenas me doy cuenta
que no quiero otra cosa que mi cama con él,
ya no entiendo nada , pienso que estoy loca
¿Serán las cervezas que recién me tomé?
El teléfono suena, el deseo me enciende,
me abro soy noche, y tras la noche más noche,
escribo los espejos con lápiz de labios,
tu nombre, el mío y al lado prohibido.