A mitad de Mayo se quedó
la casa vieja quieta en las hamacas,
se marchó de pronto, no volvió,
no dijo nada.
Con la ausencia, la luna gris,
con el lento frío de otra madrugada
se fue la danza blanca de tus pies
lluvia lejana.
Y un tiempo seco me queda, soledad,
tu pefume de tardes y cilampa,
un árbol ciego que vela en tu lugar
y el perro azul de la nostalgia.
Jaragual...Polvazales...
Calles que se van...
Gente que pasa.
Jaragual...nubes bajas...
Y una niña que se esconde
entre sus alas.
Todo vuela y deja la estación
con su rumor ayer se fueron las chicharras
y en la ventana el viento se quebró
como una lágrima.
Sólo me queda el sueño de otro sol,
las hojas dibujando el rostro de tu tiempo ,
sorococas en el aire de tu voz,
tu piel de invierno.
El Río Grande me queda, y el solar,
y un pasillo bordoneado en la guitarra,
la vida entera para reinventar
ángel de luz, tus manos pálidas.
Jaragual...Polvazales..
Calles que se van...
Gente que pasa.
Jaragual... nubes bajas...
Y la luna que se oculta
en mi guitarra