De pequeñito todos me decían
Que le rezara a un dios que hay allí arriba
Que era la voz del debil y oprimido
Y que a su lado yo estaría protegido
Ya con los años fui perdiendo la fe
Al mismo tiempo que empezaba a entender
Que cuando no tienes ni para comer
No hay ningún dios para los marginados!
A mi nunca se me aceptó en la casa del señor
Ni en la tierra, ni en el cielo...
A trompicones y tragando mierda
Pude lograr salir de la miseria
No me ayudaron rezos ni plegarias
Así que a nadie voy a dar las gracias
Con esto a nadie quiero convencer
Tan solo digo que a mi no me fue bien
Que cada cual es libre para creer
Pero a mí que no me coman la bola
No creo en una religión que me ofrece su perdón
A cambio de mi dinero
Yo no quiero tu bendición, que tú no eres mi pastor
Y yo no soy tu borrego...
Cuanta gente espera la salvación o el milagro
Pero si eres pobre eres pecador, condenado y olvidado