Fue por Cañas que encontre,
en un rancho entre las sierras,
la moza tierna,que canto yo.
Era fiesta familiar,
cumpleaños de la moza,
mejor que rosa era esa flor.
Ondulaba el acordeon,
una maxixa liviana,
que daban ganas,de al baile entrar.
Yo le dije ¿me permite?,
y ella dijo:como guste!!
de usted es el cumple,pude atinar.
Vino de la ciudad?,-vine de Tacuarembó.
Solo por verme a mí?,-su humilde servidor.
Se marchará de aquí?,-cuando cante el gallo azul.
y ya me olviará?,-aunqe no vea más la luz.
Más la vida me llevó,
por campos desconocidos,
llevo el olvido,todo llevó.
Acampé en Cebollatí,
y dormí por la frontera,
la brasilera me acompañó.
Ahora quiero recordar,
a la moza de ojos pardos,
en aquel rancho blanco y azul.
Y doblao junto al fogón,
y su fogata me alumbra,
vivo en penumbras,cargo mi cruz.