Quiero que veas mi colección
de reinas de la ilusión y de la publicidad.
Son como un pasaje de avión
hacia la felicidad, un vuelo a ningún lugar.
El tiempo no va
a hacerles cambiar,
siempre me van a escuchar,
jamás he vuelto a llorar, a llorar.
Actrices con acento francés,
chicas tostadas al sol, espías y maniquís.
Ojos pintados, labios y piel,
todas me entregan su amor, todas me quieren a mí.
No quiero más,
tengo mil chicas para jugar,
viven en mi habitación,
hay una en cada rincón, quién da más.
Si ellas te hacen enloquecer,
bailan delante de ti, te espían desde un rincón.
Y luego no te quieren ni ver,
olvídalas de una vez, yo tengo la solución.
La realidad
no existe ya,
en fotos debes pensar,
nada hay de malo en soñar, en soñar.