Antes yo aprendía,
Lo que mi religión, me decía.
Sin saber, si era verdad,
Yo lo aceptaba.
Ahora sólo creo en lo que descubro por mí,
Dentro de mí.
Sólo eso es verdad, para mí,
Para mí.
Hasta que aprendí a vivir,
Siguiendo mi propia moral.
Entonces mi alma habló,
Y mi vida cambió.
Volviéndome un santo,
De mi nueva religión.
A mi manera soy un santo,
De mi nueva religión.
Las nubes se han posado,
Sobre mí en los días despejados.
Y en los días de nubes,
Sos cielos se abren para mí.
Ya no me preocupa el bien y el mal.
Yo tengo mi propia moral.
El bien y el mal,
Se han quedado más, allá.
Volviéndome un santo,
De mi nueva religión.
A mi manera soy un santo,
De mi nueva religión.
A mi manera soy un santo,
De mi nueva religión.
Volviéndome un santo,
De mi nueva religión.