Despierto de la oscuridad
en la que he estado perdido,
el que antes creí mi pecado
se torna, ahora, en mi razón de ser,
... es mi destino.
Porque las palabras del Primero,
legado en la sombra dejado a mi yugo,
se convierten en frases vacías
donde antes estuvo la verdad o el castigo.
Y mi sueño aparece ante mí
tan claro que puedo tocarlo...
Tras años de ciega obediencia,
el camino se abre a mis ojos
tentándome con promesas de grandeza,
con cosas que jamás imaginé...
Y mi sueño aparece ante mí
tan claro que puedo tocarlo...
Y mi sueño aparece ante mí
tan cierto que ya no hay nada más...
El que creí mi única salvación
ha resultado ser mi verdugo...
Aquel que me viera nacer
se ha traicionado a sí mismo,
nada me une a él...