Siento haber dicho todas las cosas que ayer te dije,
te hice daño y me arrepiento.
Y siento haberme olvidado de lo que tú significas,
como podría explicarlo.
Cuando no tenga donde caerme muerto
sé que tu puerta estará abierta.
Y ya no, ya no quedan charcos en la puerta del colegio
y cantan los elefantes.
Los tiempos siguen cambiando y a veces nos olvidamos
de lo que realmente importa.
Cuando el silencio sea como una condena,
me salvarás con la palabra perfecta.
Y volveré a sentirme como en casa aunque no la tenga.
Las cosas más pequeñas nos han hecho llegar hasta aquí.
Cuando no tenga donde caerme muerto
sé que tu puerta estará abierta.
Cuando el silencio sea como una condena,
me salvarás con la palabra perfecta,
con la sonrisa más bella,
una mirada perfecta,
las cosas más pequeñas.
Las cosas más pequeñas nos han hecho llegar hasta aquí.