Siempre yo cuando chico,
iba en carrito primo mío pal colegio.
Y con mi madre y por Abrantes,
hasta pasar el campo de fútbol del Velázquez.
Sin escaleras era mi escuela,
y Luky Luke a mediodía en la Primera.
Mis profesoras un tanto raras,
la berberecho to belluda por la cara.
Mis compañeros todos con mote,
y la almorrana se pillaba unos rebotes,
que me enganchaba luego siempre a traición,
¡normal! Era vecina y me curraba en el portal.
Yo no quería nunca hacerme ilusión,
pero creía que había alguna operación,
que arreglarían entero mi cuerpecico,
sigue torcío como un alambre chico,
me es igual.
Yo he ido a parvulitos con mi vecino Huguito,
su papá con el SIMCA, de color azulito,
El SIMCA ya no sigue, yo sigo con Huguito,
semos inseparables, semos hermanicos.
Sin escaleras era mi escuela,
las notas firmadas cuándo me las vais a traer.
Sin escaleras era mi escuela,
señorita no lo sé, señorita no lo sé.
Pomo, llelleki, menudo bazakillo que estaba hecho ese chikillo.
Desde por la mañana castigao en el pasillo,
y al mínimo descuido se comía tu bocadillo.
Perseverante e insistente la mama,
porque haga los deberes y muy pendiente esté yo en clase.
No tenía clase el día que cumplía años.
La gente compra flores y acuden en rebaño,
se ponen tos de acuerdo por ir el mismo día,
formando un gran atasco por toda la avenida.
Y el ir a poner flores creo que es algo voluntario,
no lo tomen por norma porque exija el calendario.
Tente en pie, sostente ahí sólo,
mantener el equilibrio por mí mismo fue un gran logro.
Agarrao a la pared hasta el baño era mi modo,
plena estabilidad no la tienes aún del todo.
Pero he tenido un tesoro que hoy sigo teniendo,
y con sólo su presencia yo loco de contento.
Hugo, compañero, apoyo verdadero.
Mamá otro cafelito y nos quedamos más ratito.
Aguinaldo sí, habrá que ir a pedir.
Dividámonos en grupo, y tos conmigo querían ir.
Y a mi padre el aguinaldo no le ha gustao que yo pidiera,
pero hacer llenar la hucha en esas fechas,
es como era y será, ¡será! Y exento quedará.
La asignatura de gimnasia me la daban por aprobá,
aunque mi profe, Don Justino, el pingui se tiraba,
y con Montilla en la liguilla de fútbol sí contaba, y cargaba,
¿quién con tu mochila cargaba?
mi madre, hasta que ella pa ir al cole me acercaba
Y luego ya solito, andandito con Huguito,
tremendas odiseas surgían por el caminito.
¿Y la mochila qué?
Pues muchas veces yo cargué,
a la espalda colocá y hasta echaba yo a correr.
Pero pesara ó no pesara siempre Hugo me turnaba,
y su mochila y mi mochila a cada hombro él la llevaba.
Luego más tarde empezamos a ir en el autobús,
algo costoso el subir sólo arriba,
ya que la EMT no los tenía acondicionaos,
y las personas con lesiones lo teníamos complicao,
¡chungalí! Pues sí,
y un pie puesto por aquí y una mano por allá
y empujoncín en el culín
¡cómo no! por el Huguito, y arribita enseguidita lo teníamos chanaito.
¿Qué me dices Rellenito?,
tú eres un afortunao,
de sentirme yo arropao por el manto de un amigo,
del cual no me he separao.
En calla Alliú hemos nacío,
en Carcastillo hemos crecío,
de estar más agradecío por como el conmigo ha sío