A las montañas desde el muerto mar
A las montañas del grisáceo mar
En tus ojos vi a leviatán
En tus ojos decía nunca más
Y las olas no paraban de gritar,
Mientras escupían un niño ahogado más
Las aves nos rodeaban sin disimular
Y tú como siempre, no querías bailar
Y es que el viento nunca miente a diferencia del mar
Leviatán