Fuimos uno y ahora somos tres
Se mueve como un cascabel,
No para ni un minuto, y yo,
No puedo estar sin él.
Rizos de oro caen sobre su sien,
Su risa, dulce como miel,
Vino a inundar mi espacio, y ya
No puedo estar si él.
No puedo separarme de él,
No quiero acostumbrarme a él,
No debo convertirme en él
Porque él es savia nueva
Y yo nogal que empieza a endurecer.
Si yo canto él quiere cantar,
Si toco, él quiere tocar
Pero si callo, no hay un dios
Que le haga callar.
Se acurruca en mí si va a llorar,
Me llama si se va a acostar,
"papi cuéntame un cuento
A ser posible ali-baba".
Y yo no puedo estar sin él,
No puedo separarme de él,
No quiero acostumbrarme a él,
Porque él es savia nueva
Y yo nogal que empieza a endurecer.