Han pasado tantos años
Lentos y tristes...
¡y hoy sonriendo estás aquí!
¿por qué, si ya no existes?
Es tu imagen la que evoca
Todas mis cosas...
El parral... unas baldosas...
¡toda mi pobreza!
¡unas manos de mujer
Y un patio perfumado con menta y clavel!
Oigo un coro de canciones...
Voces lejanas...
Que se acercan hasta mí
¡rondando mi ventana!
Hoy no queda nada... nada
De aquel pasado
Que tan solo me ha dejado
Mis cabellos grises
Y las ganas de volver
A un patio perfumado con menta y clavel.
Otra vez vuelven a mí
Con la brisa nocturnal
¡los reproches del ayer!
Si las noches se repiten... ¿ves?
Con sus lluvias y su cerrazón...
Qué me importa del final
Si te tengo siempre aquí...
¡y al alcohol que duele más!
Más que el tiempo y el rencor
¡y el castigo del silencio de mi soledad!