Se le trepó el ragú hasta la caspoza,
no pudo controlar el maquinazo,
le bajó un cacho de viento al espinazo...
y ahí, empezó la cosa.
Quiso filosofar, y tremebunda
hinchazón a explotar de yugulares
lo obligó a rasquetearse los lugares
de sus secas coyundas.
Una verija, le avisó el escalde
que le estaban cuartiando las razones.
Un poco más y el sarro en los riñones
llenarían un balde.
Caminó solo; abrió y cerró tranqueras.
-"No tengo pique pa dar, venga otro día".
Le fue poniendo el alma en rebeldía
y... otras cosas fuleras.
De andar de linye, ya no hay nada nuevo.
Quedan los huesos y un garrón tirante,
y un maranfio finito y atorrante...
¡Casi que cuesta un huevo!
De andar de linye, aprendió que es lerda
la lluvia de mojar la suerte,
que a la ley la acomodan pa joderte,
¡Y todo es una mierda!
Que el verano es para el que tiene tela,
y que el invierno, para el que tela embucha,
que la función del funcionario, es trucha,
y al seco, ¡ni pa vela!
Su fondo reservado, es la gayola
con millones de piojos en la cuenta.
Administra cunetas y su renta,
¡es andar en bolas!
Qué le va a hacer amigo, usté está solo,
pero no olvide que Dios, es argentino.
Aguantesé muy macho su destino...
¡o hagasé trolo!
Caminó solo; abrió y cerró tranqueras.
-"No tengo pique pa dar, venga otro día".
Le fue poniendo el alma en rebeldía
y... otras cosas fuleras.