Calla,
no me digas nada,
deja que el perfume de tu cuello
me lo diga todo,
deja que mis manos lo describan
y dame tu fuego.
Calla,
no me digas nada,
deja que se junten nuestras bocas
y se confundan los alientos,
deja que se fundan nuestras almas
y pierdete en el tiempo.
Nos sobran las palabras,
sobran los te quiero,
tan solo miradas
que avivan deseos.
Con mi cara hundida
en tu cabellera,
sudan las espaldas,
solo habrán los cuerpos.
Calla,
no me digas nada,
deja que se junten nuestras bocas
y se confundan los alientos,
deja que se fundan nuestras almas
y pierdete en el tiempo.
Con mi cara hundida
en tu cabellera,
sudan las espaldas,
solo habrán los cuerpos.
Y al llegar a donde quisimos llegar
no me digas nada,
déjame escuchar
la melodía de tu jadeo,
la melodía de tu jadeo,
la melodía de tu jadeo,
tu melodía,
tu melodía,
tu melodía...