No es el oro no es la plata
la riqueza de los hombres
aunque reine la abundancia
sin amor te sientes pobre.
En la torre de mis sueños
he subido a lo más alto,
los placeres de la vida
no son tantos ni son caros.
El querer sin ser querido
esa es una pena grande,
es más triste si se muere
sin haber querido a nadie.
Son castillos en la arena
las riquezas y la fama
hasta un río caudaloso
suele quedar en la nada.
Cuando el árbol ya se seca
comienza a voltear sus ramas
pero deja su semilla
la que el viento desparrama.
Cuando más profundo el pozo
clara y fresca sale el agua
cuando más pobre me encuentro
son más firmes mis palabras.