Rara vez en la ciudad se ve el cielo
El infierno nunca lo necesita
Pero el día en que caiste en mi vida
Un relámpago partió el pavimento
Arrastraba en mí el olor de oficina
Y encerraba en la recámara al muerto
Mi ventana no era más que hoyo negro
Y ese rayo atravesó las cortinas
Rara vez en la ciudad se ve el cielo
Y al andar con la mirada en el piso
Fuiste tú la que rompió aquel hechizo
Desde el nudo subterráneo del metro
Esa luz artificial, ese brillo
Ese cuerpo en que me hundí beso a beso
Un hotel al fondo del universo
Fue el rincón en que encontré el paraiso
Y llovió y hasta vi el arcoiris
En tu sombra que vino a elevarme
Alma y alma se vieron volar
Más allá de la ciudad
Para atravesarnos
Para atravesarnos
Rara vez en la ciudad se ve el cielo
¿Para qué si arriba solo hay vecinos?
¿Para qué si pueden ser enemigos?
¿Para qué si está cayéndose el techo?
Pero siempre habrá un castillo perdido
En lo más contaminado del viento
Y contigo yo bendigo el encierro
En un cuarto de color conocido
Para atravesarnos
Para atravesarnos
Cuarto blanco, donde el amor se alarga
Y es tan dulce que amarga
Sobre el cuerpo del deseo deseamos
Ya jamás salir de aquí, deseamos
Ya jamás salir de aquí