La sirena se embarcó
en un buque de madera.
Como el viento le faltó,
no pudo llegar a tierra
y a media mar se quedó
cantando la petenera.
Estando yo recostado
en los frescos de la arena
oí la voz de un pescado
que le dijo a la sirena,
qué trabajos he pasado
por amar a esa morena.
Un pescador en la Barra
no pudo dar con bola.
Por pescar una mojarra,
pescó un sapo de la cola
que no cualquiera lo agarra.