(Tonada)
Huyendo voy de tus rabias
temiendo de tus enojos,
llorándote a cada instante,
cansado traigo los ojos.
Cansado traigo los ojos
de mirar tanto imposible
y aunque mares se atraviesen
cada día estoy más firme.
Cada día estoy más firme
de una prenda que adoré.
Si no la puedo estar viendo,
¿cómo me consolaré?
¿Cómo me consolaré
de este amor tan dividido?
Me consolaré diciendo:
"quién pudiera, dueño mío".