Tengo miedo de hacer de mí un retrato
Que mienta acerca de quien soy y no soy,
Una mujer ansiosa que da pasos,
Unos nublados, otros llenos de sol.
Si apacibles me invaden los almendros
Y me vuelven romántica, serena,
Me enloquece el perfil del resignado
Observando la ciencia natural.
Vuelan de sur a norte mis nostalgias
Y no niego que a veces padecí
La ausencia enorme de la cordillera
O aquellos campos sembrados de maíz.
Cual un circo romano veo al mundo
Y a la duda confío mi quehacer.
Remolino, desháceme en el aire
O devuélveme al viento que se fue.
No confundan las llaves de mi canto
Que el trinar de canario no me basta.
No le den importancia a mis acordes
Ni pongan etiqueta en mi garganta.
En esta fatigosa tentativa
Ni levemente esbozo mis maneras,
Ni he mencionado las contradicciones
Que me produce tu oscura cabellera.