Hace falta gente que al abrir el surco
Piense en la semilla, el fruto y la flor
Hace falta gente que palpe la tierra
Con manos de Virgen, con manos de Dios
Vibrante es la voz del Dios amante
Ven, sígueme, toma tu cruz, vem comigo
Hace falta gente que entone su canto
Con alma y con vida, sin miedo de amar
Hace falta gente que viva martírios
Viril sacerdocio, sublime ideal
Doliente es la voz del continente
En su dolor quiere la luz, quiere abrigo
Hace falta gente que riegue el futuro
Con sangre y estrellas de liberación
Hace falta gente que piense en los niños
Que piense en los pobres en nombre de Dios