He debido de olvidar mi carné de identidad,
lo he perdido en la batalla, entre cadáver por error,
intoxicado de carmín tú cerraste mis dos ojos,
yo sufría de abstinencia y dejé a un lado la prudencia.
Y salté por la ventana de mi hotel sobre ti
y me dejé envolver con tu bata de enfermera
y por tu aroma todo a cien.
Y soñé que eras tú tambien la que me vino a socorrer,
me dijiste: duerme un poco y mañana estarás bien.
Perdí el sentido y la razón en medio de una transfusión,
casi me quedé morado, no me dió tiempo a reaccionar,
la gentre no miró al pasar perdí ese brillo en la mirada,
rebobiné mi vida entera, sentí que todo, todo terminaba.
Y salté por la ventana de mi hotel sobre ti
y me dejé envolver con tu bata de enfermera
y por tu aroma todo a cien.
Y soñé que eras tú tambien la que me vino a socorrer,
me dijiste: duerme un poco y mañana estarás bien.
Su cuerpo dejará de su cuidado,
y polvo no será más polvo enamorado.
Y salté por la ventana de mi hotel sobre ti
y me dejé envolver con tu bata de enfermera
y por tu aroma todo a cien.
Y soñé que eras tú tambien la que me vino a socorrer,
me dijiste: duerme un poco y mañana estarás bien.