Tan débiles que somos al momento de nacer
y nos hacemos fuertes cuando nos toca crecer
dejándonos la piel.
Somos . tan débiles que somos cuando llega la vejez
y nos hacemos fuertes al momento de partir
sin entender por qué.
Somos un segundo, un instante,
el capricho de un reloj que nadie sabe cuando va a parar.
Somos un misterio en el planeta, energía y un color.
Quién ha dicho que era fácil aprender cada lección
haciéndonos más grandes cuando sentimos dolor.
No, nadie nos enseñó.
Somos un segundo, un instante,
el capricho de un reloj que nadie sabe cuando va a parar.
Somos un misterio en el planeta, energía y un color.
Somos un segundo, un instante,
el capricho de un reloj que nadie sabe cuando va a parar.
Somos un misterio en el planeta, energía y un color.