¿Por qué cuando te marchas prefiero que te olvides
de todas las promesas que ahora pueda hacer?
¿Por qué tú con mis cartas enciendes otros fuegos
si yo me llevo puesto el que arde en mi interior?
Y aún preguntas si es peor
pecar por odio o por amor.
¿Por qué desde el infierno recibo tu llamada
y todas tus miserias se echan a temblar?
¿Por qué cuando me nombras avivas esta llama
de años compartidos que esperas recobrar?
Y aún preguntas si es mejor
matar por gusto o por rencor.
Misterios ...
Misterios ...
Misterios ...
Por eso yo reconozco mi error
mientras tú contestas por los dos,
serás el dueño y el ladrón.