Y no hace mucho que la vida te arrastró
Y no pudiste detenerte,
Sin viento a tu favor, aunque nunca
Te importó luchar contra corriente
Hoy ya no queda más, el destino te alcanzó
Como suele suceder
Sigo aquí, paciente y al acecho,
No se me ha otorgado el don de perdonar
Pero si el de la venganza
Recuerda al padre tiempo, khronos,
Aquel que todo olvida y todo cambia,
Aquel que todo puede
Si, khronos, el implacable
Empieza hoy una nueva senda,
La senda del caos,
La senda de la venganza
Recibe pues mi obsequio:
Éste colmado del más profundo desprecio
¡Escúchame soledad!
¡Sea pues la guerra entre nosotros!
¡Sea pues la miseria y destrucción!
¡Sea pues la venganza!
¡Sea pues la vecordia!