Algún día alguien creo dos frutos prohibidos para pecar
Uno dispuesto a darlo todo y otro a envenenar
Fueron separados simultáneamente al norte y al sur
Eh encontrado por mi el sur enamorado caí
Mordí la fruta creí vivir envenenado pude morir
Atrapado ya en el limbo ya sin ganas de subsistir
Percibí el aroma de otra me hizo renacer
El norte separa mi alma del abismo al que caía
Y ahora con calma buscaré la manera de que me quiera
Tejeré un puente que me lleve a ti con la nube con flores
Y mi tristeza tan larga como para poder curar de ti
Beber el jugo de tus labios embriagarme de amor
Sembrar nueva semilla arroparla en tu corazón
Mi dulce manzanita, dulce corazón, mi dulce manzanita
Dulce corazón
Dulce corazón