Tengo una vieja carreta
que cuido con mucho esmero.
La cuido porque es herencia,
herencia de rociero.
Carreta,
que bella palabra.
vieja herencia
que mi padre me dejara
"pa" que yo viniera a verla.
Y en el viejo soberao,
que sólo hay estampas e ella
y flores por "to" los "laos".
Lejos se fue el rociero
al que tan fuerte le canto,
que él me escucha desde el cielo.
Padre, tú ¿por qué me diste
tu traje de carretero,
"pa" los bueyes dos frontiles
un par de botos camperos
y diez medallas de la Virgen?
Entraba en la vieja herencia
dos espuelas y un sombrero
una garrafita vieja
y una estampa del recuerdo
de cada año que iba a verla.
El ejero junto al yugo
lleva a navaja a "grabao"
ser carretero es mi orgullo
como mis antepasados,
y tocar los varales tuyos.
En el silencio me hablaba
de la vieja acantarera
de las esquinas de plata
y de aquella vez primera
que yo de niño me montara.
Carreta,
que bella palabra
vieja herencia
que mi padre me dejara
"pa" que yo viniera a verla.