Llegaste a ser mi único pensamiento
Mi cielo y mi infierno tus besos amargos y fríos
Me proscribí a mi mismo entre las sombras
Siempre esperando encontrarte entre la niebla
Era tu vos un efluvio de tu cuerpo
Susurrándome todo va a estar bien
Me sometí como un niño a tus designios
Cambie mi destino para morir con vos
Desterre tu condena y tu castigo
Y aun puedo escuchar de tus lobos el aullido
Arranque de mi cuello tus colmillos
Y aun puede escuchar de tus lobos el aullido
Te di de beber del torrente de mi sangre
Desesperación el pan con que me alimentaste
Te perseguí por llanuras de inmundicia
Por vos yo baje cabalgando huracanes
Me transforme en una sombra en los tejados
Impalpable insensible
Después de vos ya no volví a ser bueno
Ni limpio ni noble