Niños inocentes lloran al caer el sol
Piden en silencio un poco más de comprensión
Hay miedo en sus miradas llenas de infelicidad
Y en sus corazones una infinita soledad
Donde la luz no llega llega siempre una ilusión
Donde una voz no llega llega siempre una canción
Si las bombas fueran lluvia y las balas gotas de agua
Si el sonido de las armas fuera música
Si el poder y la pobreza en cariño se fundieran
Si los odios y las guerras en amor se convirtieran
En el viento sonaría una canción de paz
Y la paloma ya podría al fin volar
Donde están los sueños que forjó la humanidad
Donde las promesas de paz y amor en libertad
Ya casi no quedan lágrimas que derramar
Sólo la esperanza de un mundo nuevo por lograr