Miro hacia el cielo, confundido estoy
No se para donde ir.
Olas de acero en un campo sediento
Me elevan hacia ti.
Ella es tan humilde como el sol
Renunció al palacio y se oculto
Yo vi su grandeza y la seguí
Me llevó a su lado y renací.
Cantos de niños se hicieron oír
Gemidos de almas de los tzadikim
Yo voy... yo corro hacia ahí,
El niño de adentro rompió la matriz.
Voy corriendo al muro, oh ciudad de luz
Es mi casa eterna, es un cielo azul.
Voy corriendo al muro, la ciudad de luz
Una casa eterna, refugio, consuelo y reunión.
Arrepentido y extraño salí,
Ajeno y sin rumbo fui,
Como indigente llamando a tu puerta
Riendo de amor partí.