Que palabra te dijera,
que llegue a tu corazón,
con la fuerza aquel en enfermo,
lleva la muerte tu voz,
reinando sobre lo humano,
y toda la creación.
Cuando yo la modulaba,
sólo piensaba en tu amor,
de manera que mi orilla,
con la tuya se juntó,
y fué tán vivo el recuerdo,
que mi alma se dibujó.
Mariposa que dormía,
tranquila dentro de mi,
se despertó de repente,
quierendose me salir,
por todos los caminitos,
de mi cerebro sin fin.
Como no tengo palabras,
que aclaren mi corazón,
te mandaré por el aire,
el hueco de mi canción,
en ella vá dibujada,
la forma de mi pasión.