Sin querer entro en un mundo donde no hay penas ni glorias,
Cada paso que va dando va borrando una memoria.
Veo el árbol de su vida, poco a poco se deshoja.
Ya aquel roble que era fuerte, con los años se desploma.
Yo le hablo de nosotros, de las cosas que vivimos,
Que tengo su mismo nombre y llevo su apellido,
Que me ha dado dos hermanos y le estoy agradecido.
Por que ha sido el mejor padre,que pueda tener un hijo.
El me escucha, pero no me habla
Sin querer entro en un mundo donde no hay penas ni glorias,
Cada paso que van dando va borrando una memoria.
Veo el árbol de su vida, poco a poco se deshoja.
Ya aquel roble que era fuerte, con los años se desploma.
Y mi madre le dedica, cada hora de su dÃa,
manteniendo la promesa de amarlo toda la vida
Y los nietos van creciendo, se hace grande la familia y si sus ojos hablaran, seguramente diria
que nos conoce todavia...