Gitanitos y morenos son los ases del compás
y en la sangre de sus venas late un pulso ancestral.
Ahora viene este cantante, forastero del sabor,
que se mira en el espejo del sentir multicolor.
Ahora vengo yo a cantar sereno,
ahora vengo yo con sabor aunque no sea moreno.
Ahora vengo yo a cantar distinto,
con mi estilo especial de palabras y ritmo.
Pintor que pintas con amor, ¿por qué desprecias mi color?
si tú sabes que en el fondo yo también tengo sabor.
Puede ser que te equivoques con tu pincel extranjero,
pues también sienten el ritmo todos los blanquitos buenos.
Ahora vengo yo a cantar sereno,
ahora vengo yo con sabor aunque no sea moreno.
Ahora vengo yo a cantar distinto,
con mi estilo especial de palabras y ritmo.
Es un hijo de la calle, de los libros y el humor
que descubre su camino a golpes de contradicción.
El repertorio no es genuino según la pura tradición,
pero respeta a su manera las verdades del tambor