Te has ido, dejando a ciegas mis ojos,
Me quedo en las tinieblas sin tu amor.
¿será la maldición que nos persigue,
Será ése el destino de los dos?
Presente, yo te quise con locura,
Ausente, yo te quiero más y más.
No sé si tu alma sentirá lo mismo,
Saberlo será una felicidad.
Oh, señor, escucha tú mi ruego.
Oh, señor, escucha tú mi voz.
Devuélvele la paz al alma mía
Y hacé que ella comprenda mi dolor.