Que seas feliz, feliz, feliz,
es todo lo que pido en nuestra despedida
no pudo ser, después de haberte y amado tanto
por todas esas cosas tan absurdas, de la vida.
Siempre podrás contar conmigo
no importa donde estés, al fin que ya lo vez,
quedamos como amigos
y en vez de despedirte con reproches y con llanto
yo que te quise tanto
pido que seas feliz, feliz, feliz.