Cada uno carga con su alma y con su cruz
para dar batalla en las tormentas.
Cada uno carga con las sombras y la luz,
tras de los espejos que se enfrentan.
Y en la brevedad, de la eternidad
cada hombre elije su destino.
Justo en el umbral, donde el bien y el mal
echan a la suerte los caminos.
Lai, rai, rai, lai, rai, lai, rai...
Y en la brevedad, de la eternidad
cada hombre elije su destino.
Justo en el umbral, donde el bien y el mal
echan a la suerte los caminos.
Y en la brevedad, de la eternidad
cada hombre elije su destino.
Justo en el umbral, donde el bien y el mal
echan a la suerte los caminos.