Demonios amorfos,
danzan frente a mis ojos
y gritan en mis oídos.
Pero uno solo se posesiona de mí,
me hace gritar, me hace llorar,
me marchita, me seca,
me inunda, me ahoga.
Con dolor, con rencor
con miseria, con horror,
mis ojos se niegan a ver
y mi mente se niega a creer,
sé que no existe, que no está,
mas no dejo de temer.
Y se burla de mí,
se posesiona de mí,
me hace gritar, me hace llorar,
me hace matar, me va a matar.