Diecisiete de marzo
De 1988
Halabja, nueve de la mañana
Viernes sangriento
Se oye el ruido de las bombas al caer
Huida absurda, gas nervioso, gas cianuro
Seis mil personas
Perdieron la vida
Y el cáncer
Crece por dentro
Tres cuartas partes de las victimas
Fueron mujeres y niños
No hay un gran numero de mutilados
No hay heridas ni sangre
El aire
Esta envenenado
Lluvia
De machetes
Cadaveres con violentas y grotescas
Expresiones en sus caras
Dificultad respiratoria
Convulsiones
Vomitando trozos de organos
Deformaciones en los huesos