Congelaste el tiempo
En la mugre de tus uñas
Me viste desfilar desnudo
En el espacio de tu vida
Hiciste que el pecado
Fuera pesadilla deliciosa
Cobrándome la penitencia
En la carne propia
Bañaron mis palabras
Lloviznas de flores
Que alfileres se hicieron
Al paso de míos temores
Maldijiste conjuros
Con el permiso del cielo
Dejándome el estigma
De tus malditos besos
Cayendo así en el elixir
De tu hechizo
Del que se va
Del infierno al paraíso
Descubrir tu piel ha sido
El placer del evangelio
Que pregono el dolor
De la pasión de mi tiempo
Eres la última virgen
De tu propio templo
Y yo un devoto perdido
De ese gran misterio
Purificaste mi pena
Con una espina
Pero olvidaste
Cerrarme la herida
Этот текст прочитали 185 раз.