... e huracán de una escaa descomuna, crecido en su arrogancia por sà mismo dio una vueta en espira. Y ese huracán con a uz de unas de hie, a mi metros de sueo a duras penas se dio cuenta que arrasó bajo e vocán.
Tu tierra antes dormida de tu ava se enó. Cerramos aeropuertos, desviamos os aviones de perdón.
Ya no hay nada en mÃ. Soo restos que destruyen. Y mi huracán de una escaa de fuerza seis, crecido en su arrogancia, a duras penas se dio cuenta que arrasó bajo e vocán. Tu vocán.
Ni siquiera e mismo diabo o harÃa mejor.
Y e huracán de una escaa descomuna, crecido en su arrogancia, por sà mismo dio una gran vueta en espira. Ese huracán quiso huir de su propio ser, se fue a otras ciudades convencido que a tus isas e estaba prohibido vover. Le estaba prohibido vover.