Busco en mi carne las palabras que un día tú bordaste en plata
Me preguntaste que sentía al ver tu nombre en carne viva...
Siento ese pulso del presagio, que tantas veces me acompaña
Como el latido del herido golpea al hombre que le abraza
Si me pides que venga yo seré el viento que eleve tu aliento
Venceremos al miedo, claro que puedo
Sabes que no miento
Columpiaremos nuestras almas, hasta llenarlas de guirnaldas
Sacudiremos nuestros cuerpos, hasta dejarlos sin sentido
Siento ese pulso del presagio, que tantas veces me acompaña
Como el latido del herido golpea al hombre que le abraza
Si me pides que venga yo seré el viento que eleve su aliento
Venceremos al miedo, claro que puedo
Sabes que no miento...
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