Ríu, ríu, chíu,
la guarda ribera:
Dios guardó del lobo
a nuestra cordera.
El lobo rabioso
la quiso morder,
mas Dios poderoso
la supo defender;
quisola hacer
que no pudiese pecar,
ni aun original
esta Virgen no tuviera.
Este que es nacido
es el gran monarca,
Cristo patriarca
de carne vestido;
hanos redimido
con se hacer chiquito
aunque era infinito,
finito se hiciera.
Muchas profecías
lo han profetizado,
y aun en nuestros días
lo hemos alcanzado.
A Dios humanado
vemos en el suelo,
y al hombre en el cielo
porque El le quisiera.
Yo vi mil garzones
que andaban cantando,
por aquí volando
haciendo mil sones,
diciendo a gascones:
"Gloria sea en el cielo
y paz en el suelo,
pues Jesús naciera".