De aquellos días en silencio guardo, el recuerdo de esa tarde cuando te besé, la ansiedad que provocaba tu mirada angelical, el aroma que desprendes de tu piel.
He extrañado largas noches tu presencia, esperando el tiempo de volverte a ver, respirando sólo el aire de tu ausencia, y hasta el cansancio de pensar qué pudo ser.
Te cruzaste nuevamente en mi camino, dando vuelo y rienda suelta a mi pasión. Las cenizas de aquel fuego, se volvieron a encender, no importó el paso del tiempo, siempre estaremos, bajo la misma piel.
Ese instante al que mi vida se aferraba, entre tus brazos me olvidaba de pensar, sin saber que algo extraño e inevitable al despertar, me decía que tendría que terminar.
He extrañado largas noches tu presencia, esperando el tiempo de volverte a ver, respirando sólo el aire de tu ausencia, y hasta el cansancio de pensar qué pudo ser.
Te cruzaste nuevamente en mi camino, dando vuelo y rienda suelta a mi pasión. Las cenizas de aquel fuego, se volvieron a encender, no importó el paso del tiempo, siempre estaremos, bajo la misma piel.