Me perdÃ, caminando por Madrid,
contando estrellas en ParÃs,
cenando en Nueva York.
Sólo asÃ, perdiendo todo comprendÃ,
que no tenÃa valor sin ti, mi pobre corazón.
Y luego vi una luz brillante que desde lejos me dijo; ven,
Eran tus ojos como diamantes y en ese instante yo supe que...
Eres mi tesoro.
Cada segundo me enamoro más, si a mi lado estás,
lo tengo todo, es suficiente con los ricos besos que tú me das.
Eres mi tesoro.
Cada segundo me enamoro más, si a mi lado estás,
lo tengo todo, es suficiente con tus ricos besos...
¡Qué pobre tan rico soy!
Eres mi tesoro...
¡Qué pobre tan rico soy!