Quién llama a la puerta del reino
de las arenas
pidiendo por amor del cielo
como alma en pena
¿sigue brotando la fuente
que yo bebiera?
Qué temerario se aventura
en el siroco
qué sombra de la desventura, dime
quién es el loco
que ha vuelto para sentarse y...
beber un poco.
Dame el duende de las dunas
dame a beber una a una
las lagunas de esta luna de limón
agria para mi garganta
pero clara y dulce para el corazón.
Soy el náufrago del Sáhara
el ser errante que regresa
soy tu ayer que ha vuelto por donde se fue
el que dijo que pondría
las lágrimas de Venus a tus pies.
Algo me dijo que aún no es tarde
y una mañana
me trajo de ninguna parte
la caravana
a desandar el desierto y...
volver al agua.
Y de la fuente a tu cintura hay sólo un paso
qué lejos cuando el tiempo quiere
pasar despacio
por el camino que lleva
a tus abrazos.
Traigo un frío de fronteras
un grito en los alambres
traigo el mapa de los sueños que perdí
traigo escrita en una mano
la ternura de los besos que de di.